Seguir en Twitter

miércoles, 8 de junio de 2011

El escritor y periodista Doménico Chiappe reflexiona sobre WikiLeaks

(Buenos Aires)

El periodista y escritor Doménico Chiappe reflexiona en un artículo publicado  en Fronterad sobre WikiLeaks y el mal periodismo, una reflexión crítica sobre el fenómeno de las filtraciones masivas y el comportamiento de los periódicos tradicionales ante el reto de procesarlas.

El artículo comienza así:




“La organización de Julian Assange es un medio de comunicación: no

tanto por la manera de tratar la información, sino por la existencia

de una agenda informativa. Qué llega y qué no divulgan. En el silencio

puede leerse su política editorial. En la colaboración tejida entre

WikiLeaks y los periódicos tradicionales, los directores renunciaron

al contraste de la información y dieron lo que se les suministraba

como verdad. Pasado el tiempo, se comprueba la escasa relevancia que

ha tenido la publicación de contenidos de altísimo valor. El

periodismo jugó mal sus cartas.

El periodismo se ha revestido de heroísmo y primicia gracias a

la tecnología que WikiLeaks ofrece a los internautas: recibe

información por medio de canales limpios, que no dejan rastro a las

agencias de seguridad, y que permiten absorber cualquier cantidad de

datos. La encriptación, solo legible por sus creadores, protege la

confidencialidad de quien la remite. La imposibilidad de cualquier

gobierno democrático de obligar a un periodista a revelar sus fuentes

es uno de los grandes triunfos del periodismo tradicional, y ese

derecho ha sido cuidado con su propia credibilidad: lo que ofrece al

público ha sido procesado y contrastado. La marca del medio de

comunicación y la firma de sus responsables dan fe de su veracidad.

¿Es esto lo que ha ocurrido con la información que varios periódicos

en diversos países han publicado gracias a la colaboración de

WikiLeaks?



No.



Los periódicos otorgaron credibilidad a la información por el

mero hecho de provenir de WikiLeaks, que asegura comprobar la

existencia de los documentos que publica. Los periódicos endosaron su

responsabilidad. Una cosa es que los documentos sean reales y otra

distinta es que la información que contienen sea veraz. En verificar

los contenidos estaba el trabajo de los periodistas. No en transcribir

ni en resumir ni en traducir. Ante la imposibilidad de ser objetivo,

pues el ser humano juzga a través de su tamiz ideológico y

sentimental, el periodismo busca la pluralidad, la multitud de

versiones con la que construir una historia, con la que contrastar

todos los datos.

WikiLeaks parece sustentar su credibilidad en el volumen de

datos. La materia inabarcable es, ahora, una fortaleza. Una fortaleza

que protege una enorme debilidad: tal volumen de palabras y folios

requieren demasiado tiempo de lectura por parte de personas que posean

criterio suficiente para clasificar y seleccionar. Ante el reto, los

medios de comunicación se apoyaron en la tecnología de los robots.

Hubo una primera criba automática, a partir de la cual ha trabajado el

intérprete del material: selección, traducción, resumen. Y hasta ahí.



Además de no contrastar la información, ¿han cometido algún

otro error los directores de los diarios en este asunto de WikiLeaks?

Para saber si el periodismo tradicional ha caído en una trampa, al

decidir publicar los materiales que provienen de WikiLeaks sin hacer

su labor tradicional, hay que enfrentarse a una pregunta: ¿Es

WikiLeaks (que se autodenomina non-profit media organization) un medio

de comunicación o un simple intermediario de información? Si es lo

primero, los directores han dejado que sus diarios sean manipulados,

convertidos en altavoces irracionales del interés de quien suministra

la información. El contraste de las fuentes (sea una persona o una

institución) siempre ha protegido al periodista de esta manipulación.

WikiLeaks se considera a sí mismo una agencia de noticias (“Like a

wire service, WikiLeaks reports stories”) que cuenta con una plantilla

de periodistas (“We provide an innovative, secure and anonymous way

for independent sources around the world to leak information to our

journalists”). ¿Lo es realmente?

Se puede leer en:

http://www.fronterad.com/?q=wikileaks-y-el-mal-periodismo



Más sobre Doménico Chiappe:
http://revistaarchivosdelsur.blogspot.com/2011/02/espacio-de-autor-domenico-chiappe.html

No hay comentarios: